Reseña: El último testamento, de Philip Le Roy

Jeshua Ben Yossef, más conocido como Jesús, junto a María (uno de sus tantos nombres), entierra su testamento en Qumram.

Dos mil años después, en Alaska, los participantes del Proyecto Lázaro son asesinados: dos científicos, un cobaya (conejillo de indias) humano, una enfermera, un agente del FBI e incluso tres ratas de laboratorio. Nathan Love, un agente del FBI retirado hace tres años, es llamado de vuelta a las filas por Lance Maxwell, el segundo del FBI, para resolver el caso. Nathan se resiste, pero Maxwell tiene el argumento que lo convencerá, el agente del FBI asesinado es Clyde Bowman, el ex-compañero y mejor amigo de Nathan.

Nathan comienza la investigación con la ayuda de Kate Nootak, agente del FBI local de Alaska, intentando seguir las pistas del asesino. Carla Chaumont, esposa del cobaya fallecido, se hace parte de la búsqueda, a la que un mafioso ruso no la dejará irse tan fácil.

Nathan es un agente con la capacidad de ponerse en el lugar de los criminales, cualquiera que sea, con todo lo que ello conlleva. Es un personaje complejo y tiene muchos debates internos dado que su conocimiento zen y su trabajo se enfrentan demasiado a menudo. Aunque quizás es por esto que ha logrado sobrevivir hasta ahora.

La investigación se complica con cada avance, prácticamente cada vez que surge una nueva pista ocurre un asesinato, Nathan debe desplazarse por el mundo buscando sospechosos, investigando personas, encontrando viejos amigos.

Un relato lleno de viajes, muertes, sospechas, cada vez con más personas involucradas, y cada vez tienen cargos más altos en las organizaciones a las que pertenecen, poderes de orden mundial se cruzarán en el camino de Nathan, que intenta dar con el asesino.

¿Qué tiene esto que ver con el testamento de Jesús? La respuesta está en el mismísimo Vaticano.

El último testamento

Autor: Philip Le Roy.

Medio: Encuadernado en tapa blanda.

Edición: Primera edición de Chile, 2009.

Editorial: Plaza & Janés.

Páginas: 538.