Ciencia versus religión, o religión versus ciencia. El debate ha traído desde intercambio de ideas en la sobremesa, hasta muertes a gran escala. Puntos de vista basados en hechos, conocimiento e investigación, se contraponen sustancialmente contra la fe y las creencias; diversos métodos y áreas científicas contra religiones de diversas culturas alrededor del tiempo y del mundo.
Pero, ¿se contraponen realmente? ¿y si fuera posible probar científicamente que Dios existe? ¿cual Dios?
Luego de la I guerra mundial, el primer ministro de la naciente Israel, ha encargado a Albert Einstein ayuda para contar con armamento nuclear para defender el nuevo Estado, el resultado deriva en un manuscrito que explica “la mayor explosión del universo”, donde intenta comprobar cientificamente que Dios existe. Irán no lo entiende así, por lo que se hace con el manuscrito, pero una parte está codificada, por lo que Ariana Pakravan, del Ministerio de la Ciencia, Investigación y Tecnología de Irán, contrata a Tomás Noronha, un criptoanalista y profesor portugués, para decodificarlo.
Así comienza la aventura de Tomás, que, al más puro estilo de Robert Langdon en Ángeles y Demonios, pretende desentrañar los secretos del manuscrito, y con ello los secretos de la existencia de Dios.
Tomás tiene conocimientos mínimos de ciencias básicas, pero eso no le impide investigar alrededor del mundo, aprendiendo conceptos como quarks, protones, las fuerzas elementales de la naturaleza, determinismo, libre albedrío, conciencia, etc. Entretanto, su padre, también profesor pero del ámbito científico, sufre una grave enfermedad; su madre, una mujer que se preocupa más de la cuenta, debe mantenerse estoica frente a la enfermedad de su marido.
Tomás poco a poco queda enredado entre las marañas políticas de Irán, Israel, y la CIA; la enfermedad de su padre; la bella Ariana; las ciencias; y los enigmas que tendrá que resolver para decodificar la fórmula que ha dejado Einstein para la comprobación científica de que Dios existe.
El autor, apenas empezando el libro, nos aclara que muchos científicos apoyan las teorías y argumentos que se explican a lo largo del relato. Una novela de ficción argumentada sobre este tipo de referencias científicas reales, nos hace preguntar si la fórmula descubierta... Habrá que esperar algunos miles de millones de años para saberlo.
Una lectura obligada para los científicos más duros y los creyentes más acérrimos, los hará meditar a partes iguales.
La fórmula de Dios
Autor: José Rodrigues dos Santos.
Medio: Encuadernado en tapa blanda.
Edición: Primera edición, 2008.
Editorial: Roca.
Páginas: 540.
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