Reseña: Lores y Damas, de Terry Pratchett



Los enanos adoran el hierro más que el oro, pero hacer canciones de enanos amando el oro es más fácil así que poca gente sabe la verdad. El hierro es importante para los enanos, debiera serlo para todo el mundodisco, pero las personas lo olvidan.


Lo olvidan tanto que no hablan del hierro, de las piedras que están escondidas entre los árboles cerca de la cima de un cerro, de por qué nacen ciertas tradiciones, de la cara maligna de los elfos.


Con el tiempo, eventualmente, aparece una niña que se las da de lista y dice ser la mejor bruja porque ha leído libros sobre brujería, se pinta las uñas negras, se viste de negro, se pone nombre de bruja y hace cosas de bruja, como despertar entidades malignas que deben permanecer donde están.


Entretanto, Yaya, Tata y Magrat vuelven de su viaje descrito en el libro anterior, Brujas de viaje, donde detuvieron a la malvada hada madrina. Las cosas siguen igual como antes. Excepto que el rey Verence tiene todo planificado para su boda con Magrat. A ella le cuesta aceptar la idea de no haber participado de los preparativos, incluyendo cosas básicas como haber recibido la propuesta y haber respondido “si”, por ejemplo.


Luego de una serie de desafortunados eventos que podríamos decir aleatorios, pero que están perfectamente planeados para que el libro tenga una trama que seguir, las entidades malignas llegan a Lancre. Magrat, en su papel de casi reina ya no quiere hacer cosas de brujas, por lo que Tata y Yaya deben enfrentarse a los elfos sin su ayuda.


Lores y Damas
Autor: Terry Pratchett.
Medio: Electrónico.
Edición: eBooket.
Páginas: 173.

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