El juego se llama Red Virtual, un espacio de realidad virtual con muchas ambientaciones, donde algunos (quizás muchos) hackers logran acceder e incluso modificar el código para cambiar algunas preferencias, obtener beneficios, armamento, etc.
Dentro del juego, Tanya ha hackeado el código de su avatar y extraído el núcleo, la pieza de software que impide que lo que ocurre dentro del juego afecte su vida fuera de ella, su cuerpo real. Sin el núcleo una muerte virtual implica también una muerte en la vida real. Michael intenta evitar que Tanya se suicide, pero no lo logra, la ve lanzarse al vacío desde lo alto de un edificio. Tanya no pudo soportar que Kaine, otro jugador, la acosara permanentemente.
Michael ya había escuchado de Kaine. La agencia SRV (Seguridad de Red Virtual) también, y contactan a Michael para que con sus dotes de hacker y conocimiento del juego los ayude a atraparlo.
Michael, junto a sus amigos hackers Sarah y Bryson, comienzan la búsqueda. Rápidamente dan con algunas pistas y comienzan a seguirlas, deben ir al Club Negro y Azul, donde logran entrar gracias a un pequeño hackeo. Ronika, la poderosa dueña del lugar, les da información que les será útil. Pero también los KillSims de Kaine han logrado entrar al Club. Comienza la cacería.
Logran entrar en La Senda, un lugar extraño, con portales y situaciones que deben superar para llegar hasta Kaine. La vida de los tres peligra, ya no sólo dentro de Red Virtual, sino también fuera de ella. Michael sabe que algo anda mal, también sabe que Kaine los está esperando al final de La Senda.
El juego infinito
Título original: The eye of minds.
Autor: James Dashner.
Medio: Encuadernado en tapa blanda.
Edición: Cuarta edición, 2016.
Editorial: Penguin Random House Grupo Editorial.
Páginas: 343.
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